Diseño de la estructura organizacional: Cómo se realiza

18 de abril, 2025

El diseño de la estructura organizacional no es solo un tema bonito para los organigramas. Es la columna vertebral de cualquier compañía que quiera funcionar de forma eficiente y crecer sin volverse un caos.

¿Sabías que más del 60% de las empresas que fracasan en sus primeros cinco años lo hacen por no tener una estructura clara?

Qué es el diseño de la estructura organizacional

Si piensas que el diseño de la estructura organizacional es solo acomodar cargos en una pirámide jerárquica, vamos a tener que hablar en serio.

El diseño organizacional es como el plano arquitectónico de tu empresa. Define cómo se organizan las funciones, quién manda a quién, cómo fluye la información y, sobre todo, cómo se toman las decisiones.

Tener claro qué es el diseño de la estructura organizacional te permite evitar conflictos, duplicidad de funciones y, sí, también evita que todos los correos se respondan con un “¿y esto a quién le toca?”. Así que sí: importa. Mucho.

Diagnóstico inicial

Imagina que vas a construir una casa sin saber cuántas personas van a vivir en ella. Suena caótico, ¿verdad? Pues lo mismo pasa con una empresa. Antes de diseñar cualquier estructura organizacional, necesitas entender bien:

Cuáles son tus objetivos estratégicos.
Qué áreas operativas existen y cómo interactúan entre sí.
Qué tipo de liderazgo y cultura quieres fomentar.
Qué recursos humanos y tecnológicos tienes disponibles.

Este diagnóstico es el punto de partida. Puedes hacerlo mediante entrevistas internas, encuestas de clima laboral, y un buen análisis de procesos.

No se trata solo de saber quién hace qué, sino de identificar cuellos de botella, procesos ineficientes o áreas saturadas que impiden que el negocio fluya.

Selección del modelo organizacional

Ahora que ya sabes lo que tienes y lo que necesitas, es momento de elegir el tipo de estructura que mejor se adapta a tu empresa. Aquí te compartimos los más comunes:

Estructura funcional. Es la más clásica. Se organiza por departamentos como finanzas, marketing, operaciones, etc. Ideal para empresas medianas o grandes con procesos bien definidos.
Estructura divisional. Perfecta para empresas con varias líneas de productos, ubicaciones geográficas o segmentos de clientes.
Estructura matricial. Aquí es donde las cosas se ponen interesantes (y complicadas). Los empleados responden a dos jefes: uno funcional y otro por proyecto. ¿Ventajas? Flexibilidad y enfoque en resultados. ¿Desventajas? Posibles conflictos de autoridad.
Estructura horizontal o plana. Ideal para startups o empresas con culturas ágiles. Menos jerarquías, más colaboración. Pero cuidado: sin una claridad en roles, puede haber desorganización.

Implementación y ajuste

Una vez definido el diseño de la estructura organizacional, empieza la parte más crítica: ponerlo en marcha. Aquí es donde muchos fallan, porque piensan que con enviar un correo con el nuevo organigrama ya está todo hecho. La implementación debe contemplar:

Comunicación clara

Reúne a los equipos, explica el porqué del cambio y cómo se beneficiarán. Habla desde la transparencia. El cambio organizacional genera incertidumbre, y lo último que necesitas es rumores de pasillo.

Reasignación de roles y funciones

No se trata solo de mover nombres en una tabla. Implica revisar descripciones de puesto, redefinir KPIs, actualizar flujos de trabajo y asegurarse de que cada quien entienda su nuevo lugar en el ecosistema.

Capacitación y acompañamiento

Cambiar la estructura implica también cambiar mentalidades. Algunos necesitarán entrenarse en liderazgo, otros en colaboración interdepartamental. La estructura sin cultura es solo una maqueta bonita.

Seguimiento y evaluación

Los primeros seis meses son clave. Escucha al equipo, mide los resultados y haz ajustes donde haga falta. El diseño de la estructura organizacional no es un proceso de “una sola vez”. Es un modelo vivo que debe evolucionar junto con la empresa.

Errores comunes en el diseño de la estructura organizacional

Aquí algunos errores clásicos a evitar:

Diseñar sin estrategia: organizar la empresa sin saber a dónde va es como armar un rompecabezas sin ver la imagen final.
Duplicar funciones: dos personas haciendo lo mismo sin saberlo es un lujo que ninguna empresa debería permitirse.
Jerarquías innecesarias: tener más niveles que una telenovela solo ralentiza decisiones.
Falta de claridad: si nadie sabe quién decide qué, prepárate para el caos.

Cómo saber si tu estructura actual necesita rediseñarse

Te dejo algunas señales de alarma:

Las decisiones importantes tardan días (o semanas) en tomarse.
Hay roles que se pisan entre sí.
Los empleados no saben a quién reportar o a quién pedir autorización.
El crecimiento se ve limitado por “el cuello de botella de siempre”.

Si alguna de estas situaciones te resulta familiar, el diseño de la estructura organizacional necesita una revisión urgente.

Una estructura clara, una empresa sana

En resumen, el diseño de la estructura organizacional es mucho más que un organigrama bonito. Es una herramienta estratégica que define cómo fluye el trabajo, cómo se toman decisiones y cómo se alcanza el éxito. Implementarlo de forma adecuada requiere análisis, visión, comunicación y mucha empatía con el equipo.

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Julian Ignacio

HR Specialist en Sesame HR | Web | + posts

Julian Ignacio Tur ha desarrollado una sólida carrera en el ámbito de Recursos Humanos, con una destacada trayectoria en roles que abarcan desde la adquisición de talento hasta la gestión integral de recursos humanos.

Su experiencia de más de 10 años abarca tanto el manejo de relaciones laborales como la coordinación de beneficios y programas de desarrollo profesional, contribuyendo al fortalecimiento de la gestión de personas en cada organización donde ha trabajado.

julianignacio

HR Content Specialist

Cómo realizar un diseño de la estructura organizacional de una empresa