Desempeño y productividad

¿Por qué debería realizar una evaluación de desempeño en mi empresa?

La evaluación de desempeño permite implementar acciones de mejora continua y contar con datos para la toma de decisiones estratégicas.

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Isabel García

HR Consultant

Evaluación de desempeño: ¿Cada cuánto tiempo hay que hacerla?

20 de julio, 2022

Una tarea fundamental del área de recursos humanos es lograr el desarrollo individual de cada miembro de la empresa, con los objetivos de desarrollo de la misma. Para ello, recurren a la evaluación de desempeño.

Este proceso les permite aplicar acciones de mejora continua y contar con datos para la toma de decisiones estratégicas.

¿Qué fines persigue la evaluación de desempeño?

El objetivo principal de la evaluación de desempeño es mejorar el desarrollo integral de cada persona que forma parte de la empresa. Para ello, se ejecuta un proceso donde se realiza una medición de:

  • La efectividad del trabajo.
  • La conducta.
  • El desarrollo personal.
  • El cumplimiento de objetivos.
  • Las habilidades, aptitudes y competencias.

Luego, se aporta una retroalimentación al evaluado donde se generan acuerdos de desarrollo y mejora.

La verdad es que todas las empresas evalúan, incluso aquellas que no cuentan con un proceso de evaluación de desempeño bien estructurado. Los supervisores, los clientes o los compañeros califican de forma constante a quienes interactúan con ellos en el trabajo.

Por eso, contar con un sistema de evaluación de desempeño, permite una gestión del talento adecuada e impacta, de manera positiva, en la cultura organizacional y en los niveles de productividad.

Por qué se debe realizar una evaluación de desempeño

Existen muchas razones por las cuáles deberías hacer una evaluación de desempeño en tu empresa. A continuación, mencionaremos aquellas que consideramos más importantes para cualquier compañía.

Detectar el talento valioso

Tener identificado a las personas con mejor desempeño te permite saber a quienes recurrir para proyectos difíciles o claves para la empresa. Pero además, sabrás a quienes deberás aplicarles estrategias de retención y/o de promoción en el futuro inmediato.

Determinar el potencial

Como decíamos, la evaluación de desempeño no sólo mide el desempeño actual. También permite conocer el potencial de desarrollo de cada persona y trazar la trayectoria profesional que podría seguir cada uno.

Por ello, la evaluación es la piedra base de la gestión del personal, ya que determinas tanto el talento presente como el que puedes desarrollar a futuro.

Ser más estratégicos

Las evaluaciones de desempeño aportan datos sólidos para basar las decisiones estratégicas. Con la ayuda de herramientas tecnológicas, se pueden aplicar análisis detallados de datos, conocidos como People Analytics.

Estos análisis ayudan a convertir los datos en información y, a su vez, en conocimiento. Obteniendo los resultados, se pueden tomar decisiones sobre planes de capacitación, políticas de compensaciones, planes de carrera y atracción y fidelización del talento nuevo.

Ajustar la estructura organizacional

Gracias a que se pueden detectar brechas, tanto positivas como negativas, los responsables serán capaces de detectar a las personas que no estén ocupando el puesto correcto.

Esto ayudará a que se facilite el reparto de tareas y a motivar a los colaboradores en lo individual. Una persona que puede desarrollar al máximo sus mejores capacidades será más feliz y podrá inspirar a sus otros compañeros.

Administrar el teletrabajo

Dado que estos esquemas de trabajo se han quedado en el día a día de las empresas, es muy importante saber si las personas que trabajan en remoto cuentan con las capacidades y los recursos necesarios para hacerlo.

A través de las evaluaciones, se favorece la comunicación y las expectativas entre jefes y empleados que trabajan en híbrido o teletrabajo.

Establecer disciplina

La motivación y la productividad siempre van de la mano. Y el aplicar evaluaciones permite instalar disciplina en el trabajo. Esto ayuda a transparentar los objetivos y las expectativas de cada puesto laboral.

Por lo tanto, el personal conocerá lo que se espera de ellos y la manera en que pueden crecer dentro de la organización.

Como podrás notar, existen múltiples razones valiosas por las cuales contar con un sistema de evaluación de desempeño. Así es que, ¿qué esperas? Empieza a generar el cambio estratégico que necesita tu organización.

¿Cada cuánto se debe evaluar?

La evaluación de desempeño es una práctica que adoptan las empresas por el valor que aporta al momento de tomar decisiones sobre la gestión del talento humano.

La evaluación no solo sirve para medir el grado de eficacia con el que se realizan las actividades laborales, sino que también permite detectar necesidades de capacitación, identificar al talento valioso y generar una cultura laboral sana y eficiente.

Existen varias metodologías para evaluar al recurso humano de una empresa. Por lo general, las diferencias se encuentran en las personas que fungirán como evaluadores en el proceso.

Podemos encontrar metodologías donde el mismo colaborador es quien evalúa su desempeño, y otras donde pedimos la participación del jefe inmediato, colaboradores pares, subordinados y clientes.

Pero, ¿qué tan seguido se deben realizar estas evaluaciones?

La frecuencia adecuada con la que deberías iniciar y ejecutar un proceso de evaluación de desempeño depende de diversos factores, mismos que te explicaremos a continuación.

El proceso continuo de la evaluación de desempeño

Sin importar la frecuencia con que se apliquen los cuestionarios de evaluación de desempeño, tenemos que tener claro que el proceso debe ser una actividad continua. Es decir, no basta con aplicar encuestas laborales, obtener resultados e informar al personal de los mismos.

Si de verdad queremos aprovechar todas las ventajas que aporta la información recabada, es necesario realizar reuniones entre las personas evaluadas y su evaluador o jefe.

Así, se puede retroalimentar el proceso y se plantean acciones que permitan mejorar el desempeño en el mediano y largo plazo.

Por ello, el proceso se debe repetir de manera continua. Así, se cumplen los siguientes preocesos:

  • Seguimiento a las acciones acordadas.
  • Medición del avance en el desarrollo y los nuevos resultados en la ejecución del trabajo.

La evaluación anual

La práctica generalizada entre la mayoría de las empresas es la de realizar la evaluación de desempeño una vez al año, por lo general, siguen el calendario fiscal. Incluso, hay empresas que realizan este proceso una vez cada dos o tres años.

Esta práctica se generalizó por dos temas que debemos considerar. El primero es, como ya lo mencionamos, el hecho de tener la costumbre de rendir cuentas una vez al año.

Los directivos presentan un reporte anual a los accionistas. Los administradores presentan su declaración anual a Hacienda. Y por ende, los trabajadores tenían que ser evaluados una vez al año.

La segunda razón tiene que ver con el tiempo que requería la planeación y ejecución de la evaluación. Y es que no son pocas las acciones a seguir, como por ejemplo:

  1. Generar diversos cuestionarios.
  2. Repartirlos los cuestionarios para su llenado.
  3. Recabar la información y analizarla.
  4. Obtener los reportes finales.

Todas estas acciones, requieren de una cantidad importante de recursos e inversión de tiempo.

El ciclo de la evaluación de desempeño

Gracias a las tecnologías digitales, los procesos de evaluación de desempeño se han vuelto más ágiles y precisos. Por ello es que cada vez se adoptan periodos más cortos para realizarlos.

En la actualidad, los ciclos con mayor uso suelen ser los semestrales (o incluso trimestrales).

Estos ciclos están formados por dos fases:

  • El tiempo en el cuál se definen las expectativas y objetivos.
  • El periodo en que se desarrolla la evaluación basados en las expectativas definidas.

Teniendo en cuenta estas fases, la periodicidad adecuada para cada empresa, dependerá de sus ciclos propios de trabajo.

Por ejemplo, supongamos que una empresa define evaluar a su personal con base a su proceso de producción. Si el ciclo natural de dicho proceso es de 80 días, la frecuencia ideal para la evaluación serían periodos de los mismos 80 días.

Por último, no debemos dejar a un lado el factor del tiempo que requieren las personas para poner en práctica las acciones de mejora propuestas en sus evaluaciones anteriores. Si no se aporta el tiempo para ello, podrías tener reuniones infructuosas que sólo mermen la credibilidad del proceso.

Ahora que ya sabes la importancia de realizar una evaluación de desempeño y cada cuánto se deben hacer, te invitamos a que nos conozcas más.

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