Manual completo para reducir la tasa de rotación del personal

25 de agosto, 2021

Una alta tasa de rotación de personal no es algo bueno para ninguna empresa. Si quieres tener una empresa de éxito, es vital mantenerla lo más baja posible, o a la larga podría costarte muy caro.

¿Qué es la tasa de rotación del personal y por qué deberías preocuparte por ella?

Dicho de forma sencilla, la tasa de rotación del personal es la cantidad de personas que salen en un determinado período de tiempo, y que se relacionan con el total de empleados en una empresa. El período de tiempo que suele utilizarse es de un año.

Por ejemplo, si en una organización de 10,000 empleados salen 100 personas, la tasa es baja. Sin embargo, si esta organización tiene en realidad 1,000 empleados, la tasa es grande.

Una tasa alta se traduce en una mayor pérdida de tiempo. Quiere decir que debes de hacer contrataciones a cada rato. Que necesitas gastar más esfuerzos para publicar vacantes.

Además, si contratas a demasiado personal nuevo, necesitarán un tiempo para alcanzar el nivel de los veteranos. Esto puede llevar meses. Y si los más viejos no paran de irse, lucharás demasiado para encontrar reemplazos.

Entonces, ¿cómo te aseguras de que tus empleados se queden en la empresa? En las siguientes líneas se encuentran las posibles razones por las que podrías tener una alta tasa de rotación del personal, y maneras de cómo solucionarlo.

Reduce la tasa de rotación del personal: las razones por las que tus empleados renuncian

Una mala cultura empresarial

La mayoría de las personas queremos dejar nuestra huella en el mundo. Queremos hacer algo que realmente nos haga sentir llenos. Queremos una razón por la cual trabajar 48 horas a la semana durante 30 o 40 años y contar con una buena cultura empresarial.

Muchas empresas, sin embargo, no hacen esto. Definen una misión como “convertirse en el mayor vendedor de relojes del mundo”, que no toma en cuenta las metas de los empleados. Establecen valores muy clichés, y que ya todo el mundo está cansado de escuchar.

Crea una misión y visión que tus trabajadores puedan tomar como propias. Que estén más orientadas a ayudar a la sociedad que a ganar dinero:

• Cuidar al medio ambiente.
• Ayudar a empresarios a crecer sus negocios.
• Mejorar la vida de las personas.

Entre otros.

Pagar lo justo y dar un mal trato

Incluso si tienes una buena cultura empresarial, pagar demasiado poco hará que tus trabajadores no puedan cubrir sus necesidades ni las de sus familias. Asimismo, esto les hace sentir que no los aprecian.

Aunque pagarles más pueda verse como un gasto, en realidad es una inversión. Empleados más motivados son más productivos.

También, no debes aprovecharte de ellos y hacerlos trabajar los 365 días del año. Utiliza ocasiones como semana santa que, a pesar de que no son obligatorias, les dan un respiro a tus empleados. Cuando llega la semana santa en México, muchas empresas no laboran jueves ni viernes, o a veces solo los viernes. Increíblemente, hay lugares donde ni siquiera les dan los viernes.

Contratar a las personas incorrectas

Cuando ya se tiene una buena cultura empresarial, es necesario conservarla. En esta cultura, todos tus empleados deben compartir los mismos valores de la empresa, para mantener así un excelente clima laboral.

Contratar a personas que no están alineadas con lo que tu empresa representa es perjudicial. Empeoran el ambiente y transmiten su negatividad hacia los demás.

En el momento que vayas a hacer nuevas contrataciones, asegúrate de hacer las preguntas correctas. Juzga si tu candidato estaría feliz o no de trabajar para la organización, o si sus valores están alineados con los de la empresa.

Si has identificado que uno o más de estos errores se cometen en tu empresa, es hora de actuar. Asegúrate de corregirlo todo e incrementa tu tasa de rotación del personal. Así, podrás obtener una mayor productividad y no perderás tiempo en buscar gente nueva.